miércoles, 25 de febrero de 2009

Clausura del curso de verano en el IEP Corpus Christi

Con una significativa ceremonia de entrega de certificados fué clausurado el Miercoles 25 de Febrero el Curso de Verano Repaso-Adelanto de Matemàticas a nivel Secundaria del IEP Corpus Christi a cargo del profesor Jorge Flores Vergaray en el que participaron un aproximado de 50 alumnos desde el 6 de Enero hasta el 23 de Febrero , la entrega de certificados estuvo a cargo de nuestra directora Marleny Hidalgo Bolimbo y las fotos son las siguientes.

sábado, 21 de febrero de 2009

Niños inteligentes según su entorno familiar

El entorno familiar influye en la inteligencia más que los genes
La estimulación del cerebro depende del trato con el entorno de una persona, cuyas consecuencias ya comienzan en la infancia, y además se combinan con factores de vecindario, cultura y educación. De este modo, según su teoría, la pobreza disminuye el coeficiente intelectual.
El entorno familiar es mucho más poderoso que la influencia genética en la determinación de la inteligencia, según el psicólogo social Richard E. Nisbert, director de este informe en colaboración con la universidad de Michigan.
Para Nisbert, los nuevos estudios sobre la eficacia de las intervenciones educativas han mostrado que los factores ambientales, que nada tienen que ver con los genes, afectan poderosamente la inteligencia, una teoría que él mismo ha demostrado mediante logros reales.
Así, a su juicio, la estimulación del cerebro depende del trato con el entorno de una persona, cuyas consecuencias ya comienzan en la infancia y además, explica, se combinan con factores de vecindario, cultura y educación. De este modo, según su teoría, la pobreza disminuye el coeficiente intelectual.
"Cuando uno cree que la inteligencia está bajo su control, y tiene padres y madres que le exigen logros, pueden lograrse maravillas", escribe Nisbert.
Del mismo modo señala, en un libro que editará en febrero W. W. Norton and Company, Inc., recogido por otr/press, que los genes no desempeñan un papel en las diferencias de cociente intelectual entre diferentes razas.
La clase social y las diferencias entre esos grupos comienzan temprano en la infancia y se combinan con factores de vecindario, cultura y educación que ensanchan esa brecha.
"Necesitamos una educación intensiva en la primera infancia para los pobres y visitas hogareñas que enseñen a las familias cómo pueden alentar el desarrollo intelectual", escribe Nisbert.
La pobreza está vinculada con muchos factores ambientales de naturaleza biológica y social que disminuyen el cociente intelectual y los logros académicos. Estos factores incluyen la mala nutrición, cuidado médico inferior, baja tasa de amamantamiento y estilos de crianza de hijos que son menos cálidos y dan menos apoyo que los de familias con un estatus socioeconómico más elevado.

Aprender a controlar las emociones mejora la salud mental

Aprender a expresar, comprender y finalmente "controlar" las emociones propias y ajenas es la clave para mejorar la salud mental de un individuo y la productividad de su empresa, también en tiempos de crisis.
Lo asegura el profesor de Psicología de la Universidad de Málaga Pablo Berrocal, coordinador de las I Jornadas de Inteligencia Emocional en el Ámbito de la Salud, celebradas esta semana en Madrid.
Explicó a Europa Press el profesor Berrocal, quien también participó en estas jornadas promovidas por la Fundación Mutua Madrileña, la inteligencia emocional es "la capacidad que tenemos todos, en parte por genética y en parte como habilidad para desarrollar, para percibir nuestras emociones y las de otros, comprenderlas, expresarlas y canalizarlas en nuestro beneficio".
Lograr este dominio sobre nuestras emociones y las de quienes nos rodean mejora la salud mental y física, optimizando también la productividad de las empresas, ya que, según el experto, "un trabajador contento quiere ir a trabajar y producir lo más posible".
En este proceso, que requiere tiempo y dedicación, lo primero es evaluar el nivel de inteligencia emocional del individuo. "Hay que preguntar si expresa bien sus emociones o las inhibe; si sabe 'capitalizarlas' para potenciar sus aspectos positivos, como la creatividad o la capacidad de decisión, o si por ejemplo, comprende emociones complejas, como los celos o la vergüenza", explicó.

Después, se debe aprender "a vivir las emociones" --también las relacionadas con un alto estrés emocional, como las que pueden darse por ejemplo en un servicio de Urgencias-- y demostrar, dice, "las habilidades con las que se consigue canalizarlas a positivo".